Los hábitos alimenticios de las familias se transmiten de padres a hijos y están influidos por varios factores entre los que destacan: el lugar geográfico, el clima, la vegetación, la disponibilidad de la región, costumbres y experiencias, por supuesto que también tienen que ver la capacidad de adquisición, la forma de selección y preparación de los alimentos y la forma de consumirlos (horarios, compañía).
Hay que tomar en cuenta que los alimentos son lo único que proporciona energía y diversos nutrimentos necesarios para crecer sanos y fuertes y poder realizar las actividades diarias. Ninguna persona logra sobrevivir sin alimento y la falta de alguno de los nutrimentos ocasiona diversos problemas en la salud.
Sin embargo, no se trata de comer por comer, con el único fin de saciar el hambre, sino de obtener por medio de los alimentos, los nutrimentos necesarios para poder realizar todas las actividades según la actividad física que se desarrolle, el sexo, la edad y el estado de salud.
Consumir pocos o demasiados alimentos y de forma desbalanceada, tiene consecuencias que pueden ser muy graves: por un lado si faltan algunos nutrimentos en el organismo, hay desnutrición, que es muy grave y frecuente en niños de todos los ámbitos sociales, y por otro si se comen cantidades excesivas se puede desarrollar obesidad.
Por ello, la alimentación de los niños y niñas debe ser:
Completa, incluyendo en los tres alimentos principales del día: desayuno, comida y cena, alimentos de los tres grupos:
-Cereales y tubérculos que proporcionan la energía para poder realizar las actividades físicas, mentales, intelectuales y sociales diarias.
-Leguminosas y alimentos de origen animal que proporcionan proteínas para poder crecer y reparar los tejidos del cuerpo. -Agua, para ayudar a que todos los procesos del cuerpo se realicen adecuadamente y porque ella forma parte de nuestro cuerpo en forma importante.
Todos los alimentos contienen nutrimentos, pero es importante conocer cuáles contiene cada uno de ellos, para combinarlos en cada comida y evitar que alguno de ellos falte.
Los alimentos naturales obviamente tienen mayor cantidad y calidad en sus nutrimentos, por lo que la comida chatarra, no debe ocupar el primer lugar de consumo, aunque facilite las tareas de quienes preparan la comida.
Equilibrada, es decir cada comida debe contener en igual cantidad alimentos de los tres grupos. En nuestra cultura, se exagera del consumo de carne y se dejan a un lado los cereales, verduras y frutas, favoreciendo así la obesidad y muchos problemas por la falta de vitaminas y minerales.

- Higiénica, para prevenir enfermedades infecciosas se debe cuidar mucho la calidad, frescura y forma de preparación de los alimentos. El lavado de manos antes de prepararlos y comerlos es un hábito que debe fomentarse en los niños desde muy pequeñitos.

- Suficiente, esto con relación a cubrir las necesidades de nutrimentos, más que a comer mucho. Cada persona tiene capacidad diferente para comer y no se debe imponer la misma cantidad a todos, esto en lugar de beneficiar, ocasiona muchos problemas en las comidas familiares.

- Variada. Es importante que los niños aprendan a comer de todo y si hay algo que no les gusta (que nos sucede a todos) tratar de no darlo y buscar un alimento sustituto de los nutrimentos que contiene. Lo importante son los nutrimentos, no el tipo de alimento en especial.

10 hábitos alimenticios para evitar
1. Comer muy rápido
Tragar la comida sin masticar puede llevarlo a tener problemas estomacales. Al tomar aire excesivo, puede hacer que uno se hinche. La saliva comienza a procesar la comida, y al estar muy poco tiempo en la boca le deja más trabajo al resto del tracto digestivo. Esto contribuirá a la indigestión. Finalmente, comer muy rápido no le da suficiente tiempo al cerebro para ponerse a tono con el estómago. Este necesita por lo menos 20 minutos para obtener el mensaje de que el estómago está lleno. Y usted puede terminar ganando más peso.
Solución: Disminuya la velocidad.
2. Saltearse el desayuno
Probablemente tenga una mañana horrenda, así como también una posibilidad más alta de comer de más si se saltea el desayuno. El azúcar en sangre usualmente disminuye durante la noche, así que el cerebro trabaja al vacío hasta que se come en la mañana. Estudios han demostrado que las habilidades cognitivas y la memoria mejoran una vez que uno cargó el nebuloso cerebro matutino. Estudios recientes muestran que el saltearse el desayuno lo lleva a uno a comer más calorías durante el día que las personas que no se saltean esta comida.
Solución: Coma un desayuno moderado y asegúrese de tener las suficientes calorías para un día ocupado de trabajo.
3. Atracones de comida a la noche
El metabolismo disminuye y quema la comida más lentamente durante la noche. Si comemos mucho a la noche, el cuerpo deberá trabajar más para absorber los nutrientes, los que al final terminan en grasas. Asimismo, el organismo permanece despierto digiriendo la comida, así que incluso aunque usted duerma, parte de su cuerpo no está “durmiendo”, por ende usted no descansará lo suficiente. A la mañana siguiente no se sentirá completamente restablecido porque necesitará más descanso, será más difícil levantarse cuando llegue el momento.
Solución: Comer antes de ir a la cama nunca es una buena idea. Si no puede evitar comer antes de dormir, entonces tome un sencillo aperitivo de frutas frescas y vegetales.
4. Deseos de café
Científicos de la Escuela Médica Johns Hopkins recientemente informaron que una persona que toma cinco o más tazas de café al día es tres veces más propensa a desarrollar problemas cardíacos que las personas que no toman café. Otro estudio llevado a cabo por investigadores alemanes sugiere que la mujer que bebe mucho café puede desarrollar problemas de fertilidad. Asimismo, algunos estudios han demostrado que el café estimula la producción de gastrina, y la gastrina estimula la hiperplasia pancreática y la neoplasia. Tomar tres tazas de café al día puede incrementar el riesgo de sufrir cáncer pancreático.
Solución: Beba menos café.
5. Goloso
La diabetes es el peor y el lado más peligroso de comer mucho azúcar. La obesidad es frecuente entre los consumidores voraces de azúcar. La gente no engorda debido al contenido calórico del azúcar, sino porque el azúcar tiene la capacidad de afectar el balance hormonal. Aumenta su apetito y la celulitis, y proliferan los tejidos grasos.
Solución: No es necesario dejar las cosas dulces por completo —sólo reemplácelos con algo bueno (y natural), sustitúyalos ahora y después.
6. Fumar después de las comidas
Fumar cigarrillos es dañino para su salud en cualquier momento. También es cierto para cuando fuma después de las comidas. Experimentos de expertos han comprobado que fumar un cigarrillo después de comer es comparable a fumar diez cigarrillos (entonces las posibilidades de cáncer aumentan).
Solución: No fume después de las comidas.
7. Arruinar su bien balanceada dieta los fines de semana
Mucha gente tiene éxito en mantener su dieta balanceada durante la semana, pero el fin de semana hay una tendencia a recompensarse en demasía. Como resultado, potencialmente los fines de semana se están agregando calorías a la dieta. Esta no es una buena idea.
Solución: Si quiere mantenerse saludable los fines de semana, manténgase activo.
8. Consumir mucho alimento crudo
Las dietas con alimentos crudos son muy populares hoy en día. Muchas personas han tenido éxito con ellas. Lo cierto es que al consumir mucha comida cruda, se es más propenso a ser afectado por bacterias.
Solución: Consuma menos comida cruda.
9. Comer cuando se está de mal humor
Es un hecho que muchas personas tienden a comer más comida cuando están de mal humor. Muchas personas consumen más carbohidratos y calorías extras cuando se ven confrontadas a ciertas circunstancias o están en situaciones depresivas.
Solución: Si usted está en una de estas situaciones, mantenga hábitos de comida saludables y un estilo de vida saludable, lo cual lo ayudará a resolver la depresión y el estrés.
10. No tomar suficiente agua
¿Sabía usted que en el momento en que se siente sediento ya está deshidratado? La necesidad de agua del cuerpo es secundaria solo a su necesidad de oxígeno. Sin embargo, muchos de nosotros no nos tomamos el tiempo para beber suficiente agua, y atravesamos nuestros días en un estado de semi deshidratación. Estar deshidratado nos hace sentir cansados y hambrientos, lo que muchas veces nos lleva a buscar comida cuando en realidad deberíamos buscar un vaso de agua.
Solución: Lleve siempre una botella de agua y asegúrese de tomar la cantidad recomendada. Estar apropiadamente hidratados es un amplio camino para ayudarlo a controlar su apetito y la pérdida de peso.